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Revista Ñande Reko Nº 1

miércoles, 16 de septiembre de 2020

LA RAZÓN SOCAVADA O LA COACCIÓN Y COERCIÓN INLOCUTIVA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN MASIVA AL SERVICIO DEL PODER

 

La verdad de una oración consiste en su adecuación (o correspondencia) con la realidad, Aristóteles en su obra Metafísica sostiene que “Decir de lo que es que no es, o de lo que no es que es, es falso y decir de lo que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero” (Metafísica Γ, 727), esto en términos actuales sería algo así como “Una oración es verdadera si designa un estado de hecho existente”.

Alfred Tarski define a la semántica como una disciplina que, hablando en términos generales, se ocupa de ciertas relaciones entre las expresiones de un lenguaje y los objetos (o "estados de hecho") "a los que se refieren" dichas expresiones.

Hacer uso de la lengua es hacer cosas con palabras y fue el filósofo oxoniense John L. Austin quien supo plasmar esta idea con su genial “Teoría de los Actos del Habla”. En esta el autor clasifica tres actos que siempre se dan con el uso del lenguaje, los actos locutivos, inlocutivos y perlocutivos. El acto locutivo contempla la acción o simplemente consiste en decir algo; por su parte el acto inlocutivo, a diferencia del acto locutivo, consiste en accionar al decir algo; por último, el acto perlocutivo es la consecuencia o el resultado del acto inlocutivo (puede darse o no este, esta relación no es simétrica, pero casi siempre esta instancia aparece), es el acto que se lleva a cabo por el hecho de haber efectuado un acto inlocutivo.

En la proferencia que hace el ladrón cuando perpetra su fechoría “la bolsa o la vida” pueden graficarse claramente los actos del habla. La enunciación de la frase es el acto locutivo que como habíamos definido consiste en decir algo; en este decir algo está amenazando de muerte a su víctima (acto inlocutivo), quien a consecuencia de ello queda intimidada (acto perlocutivo).

En estos últimos días, con referencia al secuestro del ex presidente del Paraguay Oscar Denis y del joven Adelio Mendoza pudimos leer titulares del tipo "Fue liberado por la presión que estamos realizando", dicen desde la FTC”; o refiriéndose a las declaraciones de un Senador como “Estado debe corregir desigualdad y evitar “desgarro social” (cuando en realidad estas palabras fueron las que expreso buscando mitigar las declaraciones originales -en defensa del gobierno- muy contrarias a este acápite de diario), estos ejemplos son nimios y muy livianos, comparándolas con las toneladas de verdaderas joyas que el lector puede encontrar si hurga con lupa en la prensa local, tanto impresa, radial o televisiva.

Tengamos en cuenta, a modo de ilustrar que, a través de un contrato abierto plurianual, el Estado paraguayo adjudicó este año 2020, G 4500 millones, de dinero público, a Telefuturo (TV Acción S.A), SNT (Televisión Cerro Corá S.A) y a P&M GROUP S.R.L. Las empresas de comunicación habitualmente concursan para este tipo de licitaciones y reciben millonarias adjudicaciones, como se puede verificar en el buscador de Contrataciones. Solo por citar un ejemplo, en el año 2014, los canales recibieron G 3.500 millones de guaraníes por publicidad en televisión. En la licitación 26999 fueron adjudicadas dos empresas del Grupo Vierci, Telefuturo y La Tele, y dos de los medios de Remigio Ángel González, SNT y Televisora del Este (PTV-C9N).

La retórica de los medios de Comunicación en nuestro país -que podríamos categorizar como la coacción y coerción inlocutiva en la opinión pública-, enuncia su proferencia desde la posición privilegiada que tienen los comunicadores (Paul Watzlawick en su “Teoría de la Comunicación Humana” categorizaría esta acción como comunicación “complementaria” ya que el que comunica está en un plano muy diferente del que escucha, no es simétrica pues no se da en planos de igualdad), y desde tal lugar, solo se limita a obligar a aceptar inexorablemente sus designios a sus receptores (pues al final es pura, lisa y llanamente solo “propaganda” de los sectores de poder).

La coacción y coerción inlocutiva del poder impuesta desde los medios de comunicación (que es en algunos casos propiedad misma del poder o alquilada por este), nos impone un estado de cosas fraudulentas, nos pone en sobreaviso de que nuestros actos son negativos y perjudiciales socialmente, de que seamos inactivos, irracionales y acríticos, aceptemos el unicato, y perlocutivamente nos resignemos a los hechos impuestos de facto, nos acorrala a la sumisión. No se puede impresionar a la ciudadanía con falacias del discurso pues con estas argucias solo se utiliza la textualidad para imponer una realidad que solo es el fruto de una adiposa verba como subproducto de una retorcida lógica.

 La tesis fundamental del Tractatus Logico-Philosophicus del filósofo Ludwig Wittgenstein es que existe una estrecha vinculación estructural (o formal) entre lenguaje y mundo, hasta tal punto que “los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo” (Tractatus: § 5.6). Y si hedemos de dar crédito a los medios de comunicación en sus tareas vemos que nos atiborran con sus mensajes hasta el hartazgo imponiendo -por exhaución- tal tesis wittginsteniana, en la creencia de que lo que comparten el mundo, el lenguaje y el pensamiento es la forma lógica, gracias a la cual podemos hacer figuras del mundo para describirlo, y desde allí el sucumbir de nuestro entendimiento a causa del embrujo de nuestra inteligencia por medio del lenguaje".

La Filosofía del poder categorizada como "La política de los hechos consumados" se sustenta como su propio nombre indica en imponer un estado de cosas tal, que la generalidad acepte un hecho por más malo que fuere ante la imposibilidad de cambiarlo, pareciera ser que esta Filosofía maquiavélica está en curso de acción como un bien orquestado plan de la Real Politik local con su característica viveza criolla con un muy buen aliado clave como su consecuente brazo ejecutor, la prensa alquilada (por ella) o alienada (a ella).



sábado, 16 de mayo de 2020

CIUDADANÍA Y GOBIERNO EN EL PARAGUAY: UNA RELACIÓN CATASTRÓFICA EN TIEMPOS DE PANDEMIA


                                                                                                por Victor M. Oxley[1]

En circunstancias trágicas, cuando está en juego la vida de la Nación […] los pueblos desean seguir a un hombre al mismo tiempo que obedecer a las leyes. (Weber, 1995, p. 44)

La actitud crítica o racional […] disposición a ser criticado, y deseo de criticarse a sí mismo […] esta actitud crítica de razonabilidad debería ser extendida los más lejos posible (Popper, 1977, pp. 154-155)

Desde que en diciembre de 2019 empezara esta pandemia de coronavirus (´sar-cov2´ o ´covid-19´) en la ciudad de Wuhan, en la China continental, y su rápida extensión primero por Europa, y al resto del mundo e indefectiblemente en el Cono Sur de América, Paraguay sigue en estos momentos el curso de su propio capítulo de la crisis.

La sociedad puede ser entendida como la suma integrada de varios subsistemas, un subsistema natural (el biológico y podría incluir el ambiente), y tres subsistemas artificiales (el económico, el político y el cultural). El Estado es la construcción jurídica-política de la sociedad. Una pandemia es un mal social, afecta de una manera inmediata al subsistema biológico (al hombre) con consecuencias al sistema económico, político y cultural. Las medidas a tomar en una pandemia necesariamente, si se quiere abordarla efectivamente, deben de ser propuestas de soluciones sistémicas, lo que es lo mismo decir, que se deben tomar decisiones que afecten en forma simultánea a los demás subsistemas. Si las propuestas de soluciones son exclusivamente sectoriales, es decir exclusivamente sanitarias o económicas o culturales, por ejemplo, están inexorablemente destinadas a ser inefectivas (Bunge, 1995).

Con la pandemia en difusión en nuestra sociedad, se han tomado acciones para controlarla. Es oportuno recorder -como reza la Constitución Nacional- que “el Estado protegerá y promoverá la salud como derecho fundamental de la persona y en interés de la comunidad. Nadie será privado de asistencia pública para prevenir o tratar enfermedades, pestes o plagas [...] Toda persona estará obligada a someterse a las medidas sanitarias que establezca la ley” (art. 68 C.N.). En el plano biológico se ha decretado una cuarentena que consiste en un aislamiento social para evitar el contacto entre las personas, esto a manera de cortar el contagio del covid-19 (PRESIDENCIA de la REPÚBLICA del PARAGUAY, MINISTERIO de SALUD PÚBLICA y BIENESTAR SOCIAL. (2020, 9 de marzo)).

Esta cuarentena obligatoria (salvo excepciones como la de munirse de alimentos, compras de medicamentos o asistencia médica) -por precepto constitucional “toda persona está obligada al cumplimiento de la ley” (art. 127 C.N.)- tiene un fin pragmático, el de buscar ganar tiempo para que el sistema sanitario carente de unidades suficientes de terapia intensiva y de personal médico que lo maneje sea mejorado. Esta epidemia de coronavirus la empezamos de la peor manera, ni bien se detectaron los primeros casos, se sucede una primera muerte a consecuencia de ella, y la primera víctima es nada más y nada menos que un médico (Diario ABC COLOR. (2020, 20 de marzo)).

En la medicina el concepto de hombre evolucionó por tres etapas bien diferenciadas: el espiritualismo, el naturalismo y la concepción biopsicosocial; los conceptos de «salud», «enfermedad» y «terapia» dependen de cual concepción se asuma. Si el hombre es un ser espiritual, puede albergar espíritus y de aquí que puede estar poseído por alguno(s), para ello el mejor remedio es el exorcismo. Si el hombre es un animal (naturalismo), la enfermedad es un desajuste físico o químico, de aquí que el tratamiento se dirija a restablecer este desequilibrio a través de ajustes y compensaciones físico/químicas. Y si el hombre es un organismo altamente organizado (natural y artificial) que piensa, siente, actúa y vive en sociedad, está expuesto a infinidad de factores que lo descompensan, pero a la vez le abren un sin fin de alternativas terapéuticas que le pueden beneficiar (Bunge, 1980, pp. 233-244).

Ciencia básica o pura es aquella en la que la investigación busca conocimiento de un trozo de la realidad, no tiene otra finalidad, más que la búsqueda del conocimiento sin la urgencia de someterlos a utilidad o aplicación inmediata, por ejemplo, los biólogos Francis Crick y James Watson al descubrir el código genético se desenvolvían entro de la investigación básica o pura. Por otro lado, la ciencia aplicada o tecnología es aquella que a partir del conocimiento adquirido en ciencia básica encuentra soluciones a problemas prácticos, como por ejemplo Robert Oppenheimer a pedido de los militares hizo posible la bomba nuclear. El científico puro o básico solo tiene un deber y responsabilidad social, buscar y difundir la verdad. El tecnólogo tiene adscripta otra carga de responsabilidad social, pues al diseñar o controlar la fabricación de instrumentos o artefactos u organizaciones que pueden perjudicar a la gente, tienen una voluntad directa sobre sus acciones y el impacto de ellas sobre las personas y el entorno. El biólogo es un científico puro o básico, el médico es un biotecnólogo (Bunge, 1995, pp. 111-124).

El primer mes de cuarentena tuvo la constante de que, entre las 20 y 21 horas, se comunicaban los resultados del procesamiento de las muestras sometidas a test covid-19 hechas diariamente. Con muchas expectativas, tensión e incertidumbre se aguardan estos números. Esta práctica cotidiana generó una pregunta abierta en la población ¿son suficientes las muestras y sus consiguientes resultados para que reflejen el estado real del problema? El sentido común se expresa en los comentarios de la gran mayoría que sostienen que no son suficientes y que deben de elevarse. Si enfocamos el planteo desde el punto de vista estadístico, podemos decir que lo ideal para evitar errores en los resultados y sustentar convincentemente los hallazgos y sus consecuentes inferencias, estos testeos deberían de hacerse a toda la población, pero esto es imposible técnicamente por muchas razones. Desde esta posición, no resta otra que recurrir al muestreo, y como los números en la acción de los planificadores en salud pública no son congruentes directamente con la población total, lleva implícito un error, y este será proporcionalmente a la magnitud elegida de lo muestreado. ¿Cuál sería la cantidad de muestras y sus márgenes de error desde los cuales podríamos inferir con cierto nivel de verosimilitud la dimensión real de la propagación del coronavirus en el Paraguay? Responder esta pregunta lleva a la rotunda afirmación de que esos números hechos por los responsables de salud pública no se ajustan a los cálculos prescriptos por la ciencia estadística, en cuanto que sus números no se corresponden a cifras aceptables para lograr inferencias verosímiles de ellos.

Ya vamos unos muy buenos días en este trance, ahora el gobierno decidió flexibilizar el aislamiento social, bajo lo que denominaron “cuarentena inteligente”. Es de subrayar que antes de esto, sin ningún argumento sustancial el gobierno decretó que los trabajadores del sector de la construcción y todos los relacionados a su logística fueran exceptuados del aislamiento, con fines de que esta fuerza laboral active fuera del confinamiento. Debemos subrayar que “en ningún caso el interés de los particulares primará sobre el interés general. Todos los habitantes deben colaborar en bien del país, prestando los servicios y desempeñando las funciones definidas como carga pública, que determinen esta Constitución y la ley” (art. 128 C.N.), y a instancias de ello, un grupo de empresarios del sector de la construcción trató de influir en esta dirección en la toma de decisiones. El gobierno tuvo que desistir de tal decreto a raíz de la opinion pública en contra, en especial de los gremios de la salud, que en fecha 28 de marzo se pronunciaron en contra rotundamente, en especial lo hicieron los del Colegio Médico Quirúrgico del Paraguay, Círculo Paraguayo de Médicos, Asociación Paraguaya de Enfermería, Sociedad Paraguaya de Hematología y Medicina Transfusional, Asociación Paraguaya de Psiquiatras, Sociedad Paraguaya de Oncología Médica, Asociación Paraguaya de Medicina y Cuidados Paliativos, Sociedad Paraguaya de Neumología, Sociedad Paraguaya de Coloproctología. (Diario ABC COLOR. (2020, 28 de marzo)).

Si como subrayamos al principio, no hacemos suficientes pruebas para detectar a los positivos covid-19 (y si las hacemos las efectuamos sin rigor muestral) y unas proyecciones "reales" sobre el crecimiento de la epidemia en nuestro país ¿como podemos saber dónde estamos parados, mucho menos de que aplanamos la curva de crecimiento de la epidemia? En una segunda intentona por integrar activamente al sector de la construcción, han pseudo fundamentado que esta es posible sobre la idea de “inmunidad de rebaño”. A estas alturas encontramos, que los administradores de la política pública en cuanto esta cuarentena, deciden que lo mejor es ir liberando a las cohortes de ciudadanos que podrían ser más resistentes a una infección viral del covid-19, de manera tal a que nuestra sociedad alcance la “inmunidad del rebaño”, es decir un 70% de paraguayos se contagie y así se logre la inmunidad masiva. Palabras más palabras menos, han decidido que los más jóvenes deben de correr el riesgo de enfermar ex profeso con miras a que se campee este confinamiento.

Cualquier implementación de políticas sociales, económicas o culturales, no debe construirse sobre la exclusión simple de la dicotomía Ciencia vs. Decisión arbitraria, mucho menos sostenerse sobre el paternalismo de los dictados del líder y su equipo con recetas dogmáticas y fuera de la realidad. El hombre de acción es el que, en una coyuntura singular y única, elige en función de sus valores e introduce en la red del determinismo un hecho nuevo […] la decisión razonablemente exige que se aplique a la coyuntura el conjunto de conocimientos abstractos de que se dispone, no para eliminar el elemento de imprevisible singularidad, sino para reducirlo y aislarlo. (Aron, 1995, p. 11) Discusión y elección razonable se sitúan en el centro del debate mismo en una sociedad abierta que aspira a ser servidora del desarrollo y equitativa en todos los ámbitos para con sus ciudadanos.

Esta delicada decisión del gobierno, me imagino está tomada desde la más alta calidad de conocimiento y ni que decir de la más alta responsabilidad moral, pues esta decisión tendrá un impacto inmediato sobre todas aquellas personas a quienes alcance tal acción. Me imagino que las autoridades asumen y garantizan a todos los ciudadanos que enfermarán una atención debida, pues recordemos que “nadie será privado de asistencia pública para prevenir o tratar enfermedades, pestes o plagas” (art. 68 C.N.) y ni que decir, darles a los familiares de los fallecidos toda la asistencia psico-socio-económica por las consecuencias de tan meditada acción. 

Nada es tan cambiante como el conocimiento casi incierto sobre el cuadro patológico producido por el covid-19 y ni que decir cómo podría evolucionar en los seres humanos infectados, leemos por doquier los casos europeos y en nuestro continente de jóvenes, adultos jóvenes etc. que han sucumbido a sus fulminantes efectos, con ello me asalta a la razón de que la decisión a tomar no es del todo razonable humanísticamente hablando, pues si lo miramos desde otra arista, la del sector económico utilitarista, si es factible, gracias a una fría racionalidad técnica, la del biotecnólogo que aporta en esta solución su salida a la situación social de la cuarentena.

El gobierno olvidándose del ciudadano común, pues han dejado de lado aquello de que “el derecho a la vida es inherente a la persona humana. Se garantiza su protección, en general” (art. 4 C.N.), “toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a reclamar a las autoridades públicas medidas para la defensa […] de la salubridad pública“ (art. 38 C.N.), en pro del PIB (Producto Interno Bruto), muestran su “interna brutalidad como producto”. La cuarentena "inteligente" se funda en una premisa falsa, la teoría de la "inmunidad del rebaño" (una vez contagiado el 70% de la población se logra la inmunidad), esta senda es típica forma del pensamiento pragmático de la tecnocracia, que se amolda acríticamente al cálculo propio de la racionalidad técnica, y que no le importan los muertos. Las decisiones en estas y otras crisis son cuestión de razonabilidad, buscar la manera de ser beneficiosos con una mirada más allá de simples soluciones utilitaristas, lejos de asumir un pragmatismo macabro sobre la vida misma de la gente.

Al imponer un paro laboral obligatorio, esta decisión política, fundada en una prescripción sanitaria, afecta a las relaciones económicas que se dan socialmente entre los miembros de esta. Si atendemos las relaciones laborales en el Estado, encontramos por un lado ciudadanos con contratos con el Estado mismo (empleados públicos) y los que se dedican a la iniciativa privada, o son asalariados del sector privado. Un paro obligatorio impuesto por el propio Estado, mientras este garantice el salario a sus empleados puede mantenerlos a estos en aislamiento social obligatorio. Ahora, el sector privado recibe esa medida como un fuerte impacto de shock. Es irreal pensar o creer que el sector privado deba absorber por completo los costos de mantener su continuidad (producir, pagar salarios a sus empleados etc.) en la situación de paro. Es evidente que el Estado debe tener propuestas de solución para este sector, ya sean de ventajas fiscales, financieras crediticias o subvenciones por lo mínimo. También existe un amplio sector social que subsiste con actividades propias, para estos el Estado ensayó varios programas de subvención como lo son Ñangareko o Pytyvo.

Una clausula constitucional sostiene que “todos los trabajadores de los sectores públicos y privados tienen el derecho a recurrir a la huelga en caso de conflicto de intereses” (art. 98 C.N.), esta vez los sindicatos o los trabajadores no fueron los impulsores de un paro laboral, fue el mismo gobierno que impuso tal estado, de manera a lograr el aislamiento social de la ciudadanía. Esta medida es necesaria pues no existe vacuna o tratamiento efectivo y probado en contra del cuadro patológico que produce el covid-19. Ahora, esta medida necesariamente debe llevar acciones que deberian paliar la inactividad laboral. El gobierno intentó planes de asistencia económica dirigida a ciertos sectores de la Sociedad, pero han dejado de lado a otros grandes sectores de ella, además estas acciones se han mostrado muy poco eficientes en su operatividad, pues no han podido solucionar urgentemente la logística de su distribución (Ñangareko, Pytyvo). Es digno de recordar que “todos los habitantes de la República tienen derecho a un trabajo lícito, libremente escogido y a realizarse en condiciones dignas y justas. La ley protegerá el trabajo en todas sus formas, y los derechos que ella otorga al trabajador son irrenunciables” (art. 86 C.N.), pero ahora es evidente que si el gobierno quiere que la ciudadanía este guardando aislamiento, este debe asistirle efectivamente de lo que en estas circunstancias se le niega: llevar el pan con el sudor de la frente a sus casas. Debemos recordar que “el Estado promoverá el desarrollo económico mediante la utilización racional de los recursos disponibles […] de asegurar el bienestar de la población.” (art. 176 C.N.)

En el nivel del subsistema cultural, se han hecho campañas de concienciación para adquirir hábitos de higiene, como los de lavarse las manos con jabón y desinfectarlas con alcohol frecuentemente, de manera a evitar la propagación y la infectación del covid-19. La prescripción del uso de tapabocas se mantiene en el nivel de la ambigüedad por parte de las autoridades sanitarias, pues algunos han dicho que se use y otros lo han relativizado.

Una desacertada improvisación del gobierno fue difundir un spot publicitario (Presidencia de la República del Paraguay. Facebook) presentando en él, a esta epidemia como una guerra, y para hacer más fuerte la analogía nos recuerdan las gloriosas épicas batallas que nuestro ejército libró en la guerra contra la triple alianza ¿Que tiene que ver el nacionalismo con una epidemia? Este spot publicitario es un ejemplo de lo que en lógica se conoce como falacia (Copi, 1987, pp. 81-116) ignoratio elenchi (conclusión irrelevante, conclusión inatingente, refutación ignorante o eludir la cuestión; es una falacia en la que se presenta un argumento que puede ser por sí mismo válido, pero que prueba o concluye una proposición diferente a la que debería probar o concluir). Se apela a algo huérfano en el gobierno, algo que jamás sentiran: un patriotico nacionalismo (otro tema que no se aborda en este escrito es la otra epidemia endémica en nuestro estado: la constante corrupción, que en estos instantes se ve en la forma de las falsas licitaciones y sobrefacturaciones trás la excusa de la pandemia en nuestro país).

Como ya lo habíamos apuntado en otro contexto pero aplicable aquí, “El lenguaje -en este caso analizado el lenguaje visual- nos da la posibilidad de dominar mejor la complejidad social intercambiando informaciones sobre lo que no vemos, según Robin Dunbar el espulgamiento vocal crea nuestra capacidad para crear vínculos sociales y este fue el factor de unión gregaria en nuestros ancestros, así como el espulgamiento en los simios, el lenguaje actúa como este hábito pero de una manera más efectiva, pues el espulgamiento se hace de uno a uno, mientras que el hablar -o un video al estilo publicitario- se puede dar de uno a muchos. (Dunbar, 1996) […] Weber encapsula en la frase “dictadura basada en la utilización de la emotividad de las masas”, la característica acusada de la práctica política, aquella en que para movilizar a las masas -o en este caso de convencer a la población que se mantenga aislada o en desmovilización-, se utilizan medios puramente emocionales, siendo sus medios predilectos los de soporte visual y con mucho (ab)uso el discurso de la palabra.” (Denis y Oxley, 2009, p. 176)

Esta acción táctica de una estrategia sin norte es una distracción a la razón, induce a escapararse de la realidad, es un opiáceo que obnubila al pensamiento por culpa del sentimiento. Es encubrir la inacción y la inutilidad con la excusa siempre efectiva del patriotismo. Una vez más el estoicismo vestirá, dará de comer y acompañará al paraguayo en la dura prueba que tiene en frente.

Básicamente, la cuestión práctica es mantener a la población aislada en sus casas. Si el Estado quiere ser efectivo en este cometido debe proveer efectivamente a la población de los bienes que necesita para vivir según sus requerimientos y necesidades. Si la ciudadanía no está acatando la imposición, es porque existe una necesidad más fuerte que la ley que la lleva a transgredirla. Si no se observa la cuarentena no se dan las condiciones para controlar la infestación del covid-19.  Ahora, en qué nivel o subsistema se están dando los cortocircuitos en la propuesta de acciones en el intento de controlar la pandemia. Es muy llamativo que las últimas semanas, las autoridades mismas estén afirmando que los ciudadanos están siendo irresponsables por no guardar y seguir las prescripciones sanitarias y las imposiciones legales de confinamiento. Esto parece más un intento de trasladar la responsabilidad del Estado a los ciudadanos, transferir la culpa al ciudadano y no asumir inoperancia por parte del gobierno.

Mario Bunge afirma que el investigador no sabe de antemano que va a descubrir, si lo supiera no emprendería su investigación. Solo sabe que, si tiene éxito, habrá producido un trozo de conocimiento nuevo, el que probablemente carecerá de utilidad práctica. En cambio, el técnico sabe de antemano que clase de cosa o proceso intentará diseñar o controlar: herramienta o máquina, edificio o puente, red eléctrica o reacción química, nueva variedad de cereal o de bacteria, empresa o programa social, etc. La mayor parte de las veces lo sabe porque es lo que le han encargado: su empleador le da una orden de la forma “diseñe un artefacto (o proceso u organización) conforme a las especificaciones contenidas en este pliego” (2012).

Los biotecnólogos (El Ministro y sus directores, los decisores en salud pública) al frente de esta crisis pandémica, han desdibujado a la ciencia, han creado una falsa apreciación en la ciudadanía de que la ciencia y sus métodos están en la igualdad de condiciones de cualquier opinión sostenida por cualquiera. Han llegado inclusive a negar que las proyecciones matemáticas del crecimiento de expansión de una epidemia, hechas por métodos bien conocidos de la ecología de poblaciones, solo son pasatiempo de alarmistas con ´personalidad tóxica´. El discurso político -pues en eso han convertido estos biotecnólogos sus comunicados- es un indicador del talante del que lo emite, puede guiar, pero más veces descarría; Max Weber sostiene que la vocación de la ciencia es incondicionalmente la verdad, pero el oficio del político no siempre permite decirla (1995, p. 42);

Desde estos condicionantes, por un lado la formalidad de la ley, por otro la ingente necesidad real de los ciudadanos en situaciones extremas como la de esta crisis sanitaria, tenemos en medio al Estado o es mejor decir a la clase política que asume su representación en su doble faceta (representa al ciudadano como referente de su legitimidad en la base, y en la cúspide del poder, a esa construccion jurídica-política llamada “Estado”), dirimiendo esta confrontación de interéses que no puede deslegitimarse por el (ab)uso de la fuerza o por la arbitraria decision de las autoridades.

Teniendo en cuenta que “los ministros son los jefes de la administración de sus respectivas carteras, en las cuales, bajo la dirección del Presidente de la República, promueven y ejecutan la política relativa a las materias de su competencia. Son solidariamente responsables de los actos de gobierno que refrenden” (art. 242 C.N.), recordemos que esta cuarentena obligatoria, en argumento de los biotecnólogos a cargo del sistema de salud, tiene un fin pragmático, el de buscar ganar tiempo para que el sistema sanitario carente de unidades suficientes de terapia intensiva y de personal médico que lo maneje sea mejorado ¿se ha logrado esta meta? Traslademos esta pregunta a los que bajo licitaciones sobrefacturadas con adjudicaciones directas han logrado fortuna bajo el lema de que toda crisis es oportunidad.  Durante un programa especial emitido por un conocido canal, el director de Vigilancia de la Salud, afirmó que “La meta no es parar la epidemia, sino enfermarnos a este ritmo, inclusive a uno más rápido” (Diario Última Hora. (2020, 19 de abril)), resulta que esta ha sido la meta encubierta bajo mentiras, pero aún hay más, los actores principales de esta tragicómica teatral ni siquiera han inventado aún hasta ahora, una mentira para aquellos que han perdido sus pequeñas y medianas empresas o sus empleos para subsistir ¡Las bajas (muertes) que resulten de esta estrategia tienen bien identificados a sus verdugos, serán el fruto de un frío cálculo y de una acción extremadamente meditada!

REFERENCIAS

Aron, Raymond (1995). Introducción a “El Político y el científico” de Max Weber, Alianza Editorial.

Bunge, Mario (1995), Sistemas Sociales y Filosofía, Editorial Sudamericana.

Bunge, Mario (1980) Epistemología, Curso de actualización, Editorial Ariel.

Bunge, Mario (2012) Filosofía de la tecnología y otros ensayos, Fondo Editorial, Universidad Inca Garcilaso de la Vega.

Copi, Irving (1987) Introducción a la Lógica, Eudeba.

Denis, Juan y Oxley, Victor (2009) Políticas públicas de inclusión social en el Paraguay: un imperativo moral, Arandu´a.

Diario ABC COLOR. (2020, 28 de marzo). Unánime rechazo de gremios de Salud a flexibilizar cuarentena. Consultado el 16 de mayo de 2020. https://www.abc.com.py/nacionales/2020/03/28/unanime-rechazo-de-gremios-de-salud-a-fase-intermedia-de-confinamiento

Diario ABC COLOR. (2020, 20 de marzo). Primer fallecido por coronavirus en nuestro país. Consultado el 16 de mayo de 2020. https://www.abc.com.py/nacionales/2020/03/21/primer-fallecido-por-coronavirus-en-nuestro-pais/

Diario Última Hora. (2020, 19 de abril). Sequera: "La meta no es detener la epidemia". Consultado el 16 de mayo de 2020. https://www.ultimahora.com/sequera-la-meta-no-es-detener-la-epidemia-n2880901.html


Popper, Karl R. (1977) Búsqueda sin termino, Tecnos.

Presidencia de la República del Paraguay. Facebook. Consultado el 16 de mayo de 2020.
https://m.facebook.com/DireccionGeneraldeInformacionPresidencial/videos/2527677574148381/?refsrc=https%3A%2F%2Fm.facebook.com%2Fstory.php&_rdr

PRESIDENCIA de la REPÚBLICA del PARAGUAY, MINISTERIO de SALUD PÚBLICA y BIENESTAR SOCIAL. (2020, 9 de marzo). Decreto N° 3442. https://www.mtess.gov.py/application/files/4415/8392/7375/DECRETO3442_724d4w8w.PDF

Weber, Max (1995). El político y el científico, Alianza editorial.




[1] Dr. en Ciencias de la Educación y Lic. en Filosofía. Ejerció docencia en las cátedras de Filosofía del Lenguaje, Lógica y Metodología de la Investigación Científica, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Universidad Nacional de Pilar (UNP), y en las Universidades UTIC, UPAP, UNIGRAN. Publicó varios libros y artículos en revistas científicas nacionales e internacionales arbitradas. Director de Investigación de la Universidad Gran Asunción  (ver: https://scholar.google.es/citations?user=dRkZcloAAAAJ&hl=es)
Correo: victoroxley@gmail.com




jueves, 14 de mayo de 2020

LA VOLUNTAD GENERAL Y LA REPRESENTACIÓN EN LA PRIMERA REPÚBLICA DEL PARAGUAY


                                                                              por Victor M. Oxley*

El proceso de independencia de las provincias del Reino de España, entre ellas la del Paraguay, pivotó sobre el problema de la legitimación del poder y su reconocimiento popular, es decir, habría que justificar la dominación de un nuevo gobierno a los pueblos de las provincias sin hacer referencia al mandato de los reyes y su origen divino de representatividad. En este sentido, la representatividad, como principio doctrinario debería de ser sustentada en la soberanía popular representada por delegados en la Asamblea o Congreso. Así, este proceso de emancipación del yugo español por parte de los patriotas americanos, para asegurar su legitimidad en un nuevo orden, sea cual sea este, necesitó ganar el consentimiento del pueblo, considerado este como el nuevo sujeto de la soberanía, justificando así su pretensión de crear nueva cabeza al cuerpo social y en sus nuevos ciudadanos, según los casos, vínculos recíprocos de autoridad y obediencia.

1811: UNA NUEVA ERA Y UNA NUEVA JUSTIFICACIÓN DEL ORIGEN DEL PODER EN EL PARAGUAY

Una vez consumada y controlada la revolución que se diera en la madrugada del 14 y 15 de mayo de 1811 por parte de patriotas paraguayos deponiendo al gobernador Bernardo de Velazco representante del Rey español Fernando VII, se procede a llamar a una Asamblea constituida por representantes del pueblo en la figura de los vecinos de la Capital, individuos de las diferentes corporaciones, y los Diputados de las villas y poblaciones del interior del país, en un número cercano a poco más de trescientos, de este modo se inaugura en la historia del Paraguay en su era independiente, en lo que van de los días 17, 18, 19 y 20 de junio de 1811 la Institución del Congreso.

Juan Carlos Garavaglia comenta que: «dado que la vacatio regis ocasionada por los hechos de Bayona había dejado a las sociedades hispanoamericanas sin cabeza, toda construcción político institucional novedosa que la reemplazara debía tener como base de sustentación la representación de los pueblos […] Pero, llegar a determinar qué englobaba exactamente ese término de los pueblos, no fue área simple —y ese larguísimo camino aún en nuestros días está lejos de haberse acabado. […] En consecuencia, el tema de su «representación» estuvo en el centro de casi todos los planteos políticos más decisivos de estas primeras décadas de la formación de los nuevos estados.»

EL CONGRESO DEL 17 DE JUNIO DE 1811: EL ORIGEN DE LA SOBERANÍA NACIONAL

El Congreso del 17 de junio de 1811, como órgano “representativo” a través de la voluntad general de sus miembros creó la Junta Superior Gubernativa y designo a Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero, Fernando de la Mora, José Gaspar Rodríguez de Francia y Francisco Javier Bogarín como sus miembros en colegiatura. Este Congreso inauguro por primera vez y dio origen al poder soberano nacional, en el acto Contractual de delegación de su voluntad, acto que se constituye en el legitimador y fundante, de una nueva nación, la República del Paraguay, libre de elegir gobernantes, soberana y autónoma.

La máxima autoridad era el Congreso reunida en pleno, su reconocimiento como órgano supremo de la soberanía era inapelable. A instancias de esta capital importancia su funcionamiento no era permanente.

Ante una agenda importante de temas que apuraban solución, la Junta Superior Gubernativa convoca a un nuevo Congreso y determino para ello que este debía de constituirse con un número no menor a mil individuos. La convocatoria en principio fue para agosto de 1813, fue prorrogada hasta el 30 de agosto para reunirse finalmente el 30 de setiembre de 1813.

El pensamiento Liberal en el Paraguay, puede filiarse hasta la independencia misma de nuestra República. Entre los ilustres padres fundadores de nuestra República, el Dr. Don Fernando de la Mora era un partidario de las ideas políticas de John Locke, el fundador del liberalismo. El pensamiento liberal del prócer puede rastrearse en varios documentos escritos, pero brilla con todas sus luces en la nota enviada a Buenos Aires por la Junta de gobierno del Paraguay en fecha de 20 de julio de 1811, en donde se sostiene que "abolida la representación del poder supremo, éste queda naturalmente refundido en toda la nación; brillante manifiesto de la idea moderna de soberanía en nuestra Declaración de Independencia, cerrando la nota con una afirmación contundente de que "La libertad es el edificio de la felicidad común". El curso de los acontecimientos históricos demuestra  que estas prometedoras ideas fueron acalladas muy pronto por la fuerza autocrática que no las dejo florecer ahogándolas en engrillamientos y mazmorras. Recién con la destrucción casi total de la Primera República, un 1 de marzo de 1870 en los campos de Cerro Corá, el Paraguay empezaría una refundación en la construcción de una Segunda República con la instauración de una Constitución Liberal como la rectora de su ordenamiento. Esto hizo posible que surgieran los partidos políticos que a su luz y calor nacen Liberales.

LA VOLUNTAD GENERAL DE LA PRIMERA REPÚBLICA DEL PARAGUAY

La Junta Superior Gubernativa declaraba “el derecho de sufragio de todos […] los ciudadanos de todo pueblo libre como la voluntad general libremente expresada”, hecho en el que se fundaba la validez de cualquier disposición concerniente a la provincia. Hay que subrayar que los Diputados hasta entonces como regla de la época, fungían el cargo por derecho propio o por designación del gobierno entre los vecinos principales de cada localidad. Por ello la Junta Superior Gubernativa decidió que en adelante fueran designados “por elecciones populares y libres” en cuanto que “los derechos naturales y libres (son) inherentes a todos los ciudadanos de cualquier estado, clase o condición”, debiendo de haber cumplidos los 23 años de edad y ser elegidos en número total a la proporcionalidad de electores.

En esta oportunidad, el Congreso como órgano de la voluntad general, y ya proclamado a conciencia al país como República, instituyo un gobierno de tipo Consular, que será ejercido, cada uno a su turno, por Fulgencio Yegros y el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia; este gobierno estará supeditado a un reglamento de 17 artículos promulgado para el efecto. Se dispuso “como ley fundamental”, la reunión anual del Congreso General, y éste debía celebrarse el 15 de octubre de cada año, para tratar las cuestiones de interés nacional.

LA DICTADURA TEMPORAL DE JOSÉ GASPAR RODRIGUEZ DE FRANCIA

El 7 de setiembre de 1814 se convocó a un Congreso que debía de reunirse el 1 de octubre de 1814, efectivamente este lo hizo a partir del 3 de octubre de 1814. Este Congreso decidió nombrar “Dictador Supremo de la República” por un periodo de 5 años al Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia. A este se le dio la prerrogativa de ejercer potestad judicial mientras constituía el Tribunal Supremo. El pleno del Congreso acordó que este debía reunirse con la regularidad anual en el mes de mayo y con un número mínimo de 250 diputados. El Congreso cerró sus deliberaciones el 4 de octubre, con la asunción del Dictador Rodríguez de Francia en el mismo acto.

LA DICTADURA PERPETUA

Antes de cumplirse el plazo de los 5 años del gobierno del Dictador Supremo, este convoca a un Congreso para el 30 de mayo de 1816, bajo agenda de que se trataría la problemática cuestión de mantener la independencia del Paraguay. En el primer día de sesiones no hubo acuerdo entre los 150 diputados reunidos, al día siguiente, rodeada la Iglesia de La Catedral, el local de deliberaciones, por cuatro compañías de infantería, ante la moción de José Miguel Ibáñez le otorgaron el título de “Dictador Perpetuo de la República” al Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia; también decidió el pleno que los futuros Congresos se convocarían “cada vez y cuando el Dictador lo halle necesario”, y de aquí en adelante, como la historia hoy corrobora, el Dictador Perpetuo de la República no creyó necesaria la reunión de ningún Congreso hasta el 20 de setiembre de 1840 día de su muerte.

Muerto el Dictador se produce un interregno congresial, en el periodo semestral a la muerte de Rodríguez de Francia se suceden dos gobiernos que son depuestos por dilatar la convocatoria de la Magna Asamblea. Teniendo en su poder el comandante del cuartel Mariano Roque Alonso, este debía de convocar al Congreso para el 12 de marzo de 1841, como efectivamente sucedió.

CONGRESO DE 1841

Así después de 25 años, en el templo de San Francisco, el Congreso inaugura sus sesiones, presididas estas por Carlos Antonio López Ynsfrán. En el curso de las sesiones el diputado Juan Bautista Rivarola propone al pleno la creación de una Constitución Liberal como Carta Magna para la República, más a contra argumentación y bien instrumentada esta por el presidente del Congreso, el diputado Carlos Antonio López Ynsfrán impone su propuesta de rechazo a tal petición. Este Congreso restableció el “Consulado” como forma de gobierno y en una extensión de 3 años su mandato, con la designación de Carlos Antonio López Ynsfrán y Mariano Roque Alonso para el cargo de cónsules.

CONGRESO DE 1842: REAFIRMACIÓN DE LA SOBERANÍA NACIONAL

Bajo presidencia del Cónsul Carlos Antonio López Ynsfrán, este convoco a un Congreso General Extraordinario para el 25 de noviembre de 1842. Debido a la inexistencia documental oficial, de un acta de declaración de Independencia del Paraguay, como es protocolar “de jure” en las naciones, en el congreso del 25 de noviembre de 1842, cuatrocientos diputados en sesión, firmaron el acta solemne de la independencia del Paraguay, expresando en ella que "La república del Paraguay es para siempre de hecho y de derecho una nación libre e independiente de todo poder extraño".

CONGRESO DE 1844: GERMEN CONSTITUCIONAL

En el congreso del 13 de marzo de 1844, Carlos Antonio López Ynsfrán propone la adopción de una Constitución para la República, si bien no al tenor de la que anteriormente intento sancionar Juan Bautista Rivarola de corte Liberal al modo de la ideología e instituciones ya en curso en la zona del Plata, sino una con severas restricciones en materia civil y política, pues ella no mencionaba lo específico en materia de derechos y garantías, omitía una declaración de los fines del Estado, no definía la separación de poderes entre otras cosas, esta Constitución fue aceptada y sancionada por los 300 diputados reunidos en Congreso sin estudio ni discusión. La carta Magna que debería de ser sancionada por el Congreso, daba potestades al pleno de hacer leyes y elegir al presidente en sesión permanente por votación nominal dada “in voce”, así este Congreso tuvo la función de elegir de acuerdo a sus artículos al Presidente de la República del Paraguay por un periodo de 10 años, y poner en vigencia, la proto Constitución conocida como "Ley que establece la administración Política de la República del Paraguay", de este modo el Congreso inauguró la era proto Constitucional y dio curso al Presidencialismo del país con la jura de Carlos Antonio López ante el Congreso.

Cumplido el periodo del mandato presidencial, el Congreso abrió sus puertas a los diputados que se reunieron el 14 de marzo de 1854 para reafirmar el seguimiento en el cargo a Carlos Antonio López Ynsfrán. Este sólo acepta por un periodo de tres años, alegando su avanzada edad.

CONGRESO DE 1856: EXCLUSIÓN Y DELEGACIÓN DE LA VOLUNTAD GENERAL

En 1856, acercándose la fecha de culminación del mandato de tres años, López decide convocar a un Congreso General Extraordinario. Este Congreso, reunido el 1 de noviembre de 1856 dispuso la limitación en el número de diputados, estos deberían ser “propietarios de buena fama, conocido patriotismo con todos los goces civiles” extendiéndose estas virtudes a los electores. Estas restricciones denotaban las intenciones del gobierno de eliminar opositores al régimen, sobre la base de la discriminación de ciudadanos de primera y segunda categoría, paraguayos por un lado propietarios de tierras y ciudadanos paraguayos sin bienes y sin capacidad electiva por otro. Así el privilegio de votar era prerrogativa exclusiva, y sólo era extensiva a un grupo reducido de individuos, el pueblo quedaba excluido de la elección de sus gobernantes. Este Congreso otorgo el derecho de designar en pliego cerrado un sucesor al Presidente de la República para los casos de impedimento o muerte en el cargo, también suprimió la clausula en la Ley de 1844 por la cual se condicionaba el acceso al cargo de Presidente de la República a los mayores de edad con 45 años cumplidos y casados; esto para allanar al cargo a Francisco Solano López Carrillo hijo de Carlos Antonio López.

Reunido el Congreso el 14 de marzo de 1857 proclamo de nuevo que Carlos Antonio López Ynsfrán siguiera en el cargo de Primer Magistrado de la Nación hasta que su fallecimiento acaecido el 10 de setiembre de 1862 truncara este mandato.

CONGRESO DE 1862: ASCENSO A LA CÚSPIDE DE LA PRIMERA REPÚBLICA

Para octubre de 1862, se reunía el Congreso para votar, no elegir, la asunción de Francisco Solano López Carrillo al mando del gobierno. Así el 16 de octubre de 1862, una comisión de diputados puso en posesión del cargo por diez años, al entonces vicepresidente de la República y Ministro de Guerra y Marina, Brigadier General Francisco Solano López Carrillo.

Ya en curso las campañas de Mato Grosso, y con ellas la Guerra Contra La Tripla Alianza, un 5 de marzo de 1865 se reúne un Congreso Extraordinario en torno a esta tragedia de dimensiones apocalípticas. El Congreso dio el grado de Mariscal de los Ejércitos a Francisco Solano López y prescribió a este que no fuera a “la vanguardia de las tropas en resguardo de su vida”, a la vez aprobaba al gobierno el endeudamiento de veinte y cinco millones de pesos fuertes en el exterior para gastos de defensa. Fueron nombrados oficiales en grado de Brigadier y se creó la Condecoración Orden Nacional al Mérito. El 18 de marzo de 1865, el Congreso unánimemente aprobó la declaración de guerra a la Argentina y antes de disolverse, dio potestad al Presidente de firmar la paz con uno o con otro beligerante según sus propios criterios.

DESTRUCCIÓN DE LA PRIMERA REPÚBLICA E INICIO DE LA SEGUNDA REPÚBLICA DEL PARAGUAY

Al término de la guerra, con la muerte de López –y con él la Primera República después de 5 años agónicos- el Paraguay inaugura unos gobiernos con miembros tanto de las clases civiles pertenecientes de la sociedad paraguaya desplazada por los tiranos del Paraguay y de la antigua oligarquía de ex militares, y así encontramos características nuevas en el sistema socio-político del Paraguay que así da inicio a un estadio de fundación de una Segunda República.

Con la mirada sobre el hombro de los aliados en ocupación de la Capital se instalo un gobierno triunviro integrado por: Cirilo Antonio Rivarola, Carlos Loizaga y José Díaz de Bedoya, comenzando oficialmente sus funciones el 15 de Agosto de 1869.

Este “Triunvirato” llamó a elecciones con miras de conformar una Convención Nacional Constituyente, para que ella elaborara una Constitución y así posibilitar las bases de la reconstrucción institucional, del país devastado por la guerra. La Asamblea Nacional Constituyente quedó instalada el 15 de agosto de 1870, y 41 de sus miembros, iniciaron las sesiones en el Cabildo de Asunción.


Dr. en Ciencias de la Educación y Lic. en Filosofía. Ejerció docencia en las cátedras de Filosofía del Lenguaje, Lógica y Metodología de la Investigación Científica, en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), Universidad Nacional de Pilar (UNP), y en las Universidades UTIC, UPAP, UNIGRAN. Como profesor investigador publicó varios artículos en revistas científicas nacionales e internacionales arbitradas. Fue director de Investigación de la Universidad Gran Asunción (ver: https://scholar.google.es/citations?user=dRkZcloAAAAJ&hl=es)
Correo: victoroxley@gmail.com


lunes, 4 de mayo de 2020

MANGORÉ INTERPRETA A MANGORÉ


              Por Víctor M. Oxley

En el contexto de celebración de los 135 años del nacimiento de este genial paraguayo llamado Agustín Pío Barrios Mangoré, un 5 de mayo como hoy pero de 1885, que mejor manera de recordarlo que con su legado: su MÚSICA en este ensayo de analítica musical.