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Revista Ñande Reko Nº 1

domingo, 19 de abril de 2020

LA META NO ES PARAR LA EPIDEMIA, SINO ENFERMARNOS A ESTE RITMO, INCLUSIVE A UNO MÁS RÁPIDO*


“¿Por qué no los puedo matar? Si de todas maneras vamos a morir”
                                                       Mary Bell (asesina serial)

Ciencia básica o pura es aquella en la que la investigación busca conocimiento de un trozo de la realidad, no tiene otra finalidad, más que la búsqueda del conocimiento sin la urgencia de someterlos a utilidad o aplicación inmediata, por ejemplo, los biólogos Francis Crick y James Watson al descubrir el código genético se desenvolvían entro de la investigación básica o pura. Por otro lado, la ciencia aplicada o tecnología es aquella que a partir del conocimiento adquirido en ciencia básica encuentra soluciones a problemas prácticos, como por ejemplo Robert Oppenheimer a pedido de los militares hizo posible la bomba nuclear.

El científico puro o básico solo tiene un deber y responsabilidad social, buscar y difundir la verdad.

El tecnólogo tiene adscripta otra carga de responsabilidad social, pues al diseñar o controlar la fabricación de instrumentos o artefactos u organizaciones que pueden perjudicar a la gente, tienen una voluntad directa sobre sus acciones y el impacto de ellas sobre las personas y el entorno.

El biólogo es un científico puro o básico, el médico es un biotecnólogo.

Esta epidemia de coronavirus nos ha llevado a estar confinados obligatoriamente en cuarentena en nuestros hogares, pues el gobierno ha hecho ley tal situación. Nuestro frágil sistema de salud, argumentaron los responsables de tal hecho, no está preparado para absorber un umbral de casos que excedan los recursos nimios en él, esto se entiende a que existen pocas unidades de terapia intensiva y profesionales a cargo de estas. Hasta ahora el argumento central fue, de que esta cuarentena es a efectos de ganar tiempo en prepararse mejor en cuanto las condiciones para afrontar el golpe viral masivo. 

Ya vamos unos 40 días en este trance, y a estas alturas encontramos, que los administradores de la política pública en cuanto esta cuarentena, deciden que lo mejor es ir liberando a las cohortes de ciudadanos que podrían ser más resistentes a una infección viral del covid-19, de manera tal a que nuestra sociedad alcance la “inmunidad del rebaño”, es decir un 70% de paraguayos se contagie y así se logre la inmunidad masiva. Palabras más palabras menos, han decidido que los más jóvenes deben de correr el riesgo de enfermar ex profeso con miras a que se campee este confinamiento. 

Esta delicada decisión, me imagino esta tomada desde la más alta calidad de conocimiento y ni que decir de la más alta responsabilidad moral, pues esta decisión tendrá un impacto inmediato sobre todas aquellas personas a quien alcance tal acción. Me imagino que las autoridades asumen y garantizan a todos los ciudadanos que enfermarán una atención debida y ni que decir, darles a los familiares de los fallecidos toda la asistencia psico-socio-económica por las consecuencias de tan meditada acción. 

Nada es tan cambiante como el conocimiento casi incierto sobre el cuadro patológico producido por el covid-19 y ni que decir como podría evolucionar en los seres humanos infectados, leemos por doquier los casos europeos y en nuestro continente de jóvenes, adultos jóvenes etc. que han sucumbido a sus fulminantes efectos, con ello me asalta a la razón de que la decisión a tomar no es del todo razonable humanísticamente hablando, pues si lo miramos desde otra arista, la del sector económico utilitarista, si es factible gracias a una fría racionalidad técnica, la del biotecnólogo que aporta en esta solución su salida a la situación social de la cuarentena.

Mario Bunge afirma que el investigador no sabe de antemano que va a descubrir, si lo supiera no emprendería su investigación. Solo sabe que, si tiene éxito, habrá producido un trozo de conocimiento nuevo, el que probablemente carecerá de utilidad práctica. En cambio, el técnico sabe de antemano que clase de cosa o proceso intentará diseñar o controlar: herramienta o máquina, edificio o puente, red eléctrica o reacción química, nueva variedad de cereal o de bacteria, empresa o programa social, etc. La mayor parte de las veces lo sabe porque es lo que le han encargado: su empleador le da una orden de la forma “diseñe un artefacto (o proceso u organización) conforme a las especificaciones contenidas en este pliego”.


Durante un programa especial emitido por Telefuturo, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, explicó que la meta no es detener del todo la pandemia del coronavirus [...] sostuvo que "tenemos que contagiarnos" [...] “Hay que flexibilizar un poco la cuarentena [...] La meta no es parar la epidemia, sino enfermarnos a este ritmo, inclusive a uno más rápido”. (https://www.ultimahora.com/sequera-la-meta-no-es-detener-la-epidemia-n2880901.html)

¡Las bajas que resulten de esta estrategia tienen bien identificados a sus verdugos, serán el fruto de un frío cálculo y de una acción extremadamente meditada!

* Victor M. Oxley  (Dr. en Educación y Lic. en Filosofía)