Por Víctor M. Oxley
El aspirante a historiador Carlos Salcedo
Centurión falsea la verdadera historia de Agustín Barrios Mangoré, es un
verdadero falsario y no es un juego de palabras la expresión. Como
muestra de ello se tiene que afirma en el video documental realizado por Chango Spasiuk PEQUEÑOS UNIVERSOS: GUITARRA PARAGUAYA (aquí lo pueden ver: http://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec_id=110662
) que la familia de Agustín Barrios Mangoré era de extracción
colorada o afecta a la Asociación Nacional Repúblicana [Escuchar
00:04:36 “En 1904 subieron los liberales y él era de familia de
colorados” y 00:04:40 “ahí ya le marcaron-- a él y a su familia”], y que
por esa razón tuvo que irse del país.
Los padres de Agustín eran de
Bella Vista, Corrientes, por ello son argentinos; vinieron al Paraguay a
instancias de los hermanos del padre de Agustín, Don Doroteo hacia 1880
aproximadamente y se afincaron en la zona de Misiones, Paraguay.
Según
aseveraciones del paraguayo, Saturnino Ferreira Pérez, autor del libro
“Agustín Barrios, Su entorno, su época y su drama”, los hermanos mayores
de Agustín, Rómulo, Héctor y Virgilio eran liberales, y como prueba de
ello se puede acotar que cuando muere Don Doroteo Barrios y deja el
Viceconsulado vacante, su hijo Rómulo es nombrado en el mismo por un
decreto presidencial del presidente de la República en ese entonces, el
liberal Dr. Benigno Ferreira y refrendado por el también liberal Dr.
Cecilio Báez, además se puede comentar también que en la revolución de
1904, Miguel Virgilio Barrios se presenta al campamento revolucionario
de los liberales en Villeta y se pone bajo las ordenes del liberal Don
Manuel Gondra.
Como se ve y se puede deducir de estos hechos, la familia
de Agustín Barrios no era de adscripción “colorada” como asevera en su
mentira el falsario de nuestra historia Carlos Salcedo. En cuanto a que
tuvo que irse por sus ideas políticas coloradas es falso de toda
falsedad.
Se fue por la simple razón de que aquí no era el escenario
propicio para destacar, su peregrinar nómada fue la detonante de su
genialidad, pues las obras que tenía en su morral, hechas en Paraguay,
como ser “Abrí la puerta mi China”, “Kygua Verá” (con letra del liberal
Marcelino Pérez Martínez), “Isabel”, “Petit Pierrot” etc. estaban muy
por debajo del nivel que alcanzaría luego del contacto con el gran
músico uruguayo Eduardo Fabini a partir de 1913, pues de allí en más,
luego de que Fabini le diera clases de composición y armonía, se
elevaría su potencial estético en el dominio del arte de componer música
de muy alta calidad, fruto de ello serán “La Catedral”, “Las Abejas”,
“Choro de Saudade”, “Maxixa”, “Confesión”, “Mazurca Apasionatta”,
“Madrigal Gavota”, los Valses 3 y 4 etc.
Para un mejor contexto de lo
referenciado líneas atrás que reafirman lo contrario a las afirmaciones
de Carlos Salcedo les remito en este blog: http://barriosmangore.blogspot.com.ar/2013/10/sobre-el-falso-destierro-de-agustin-pio.html en donde encontraran unos hechos bien documentados que afirman muy otra cosa.