Mangorè Eterno Ediciòn Especial 130 aniversario de su nacimiento
Revista Ñande Reko Nº 1
sábado, 25 de junio de 2011
EDITORIAL
Este escrito nos sorprende en los festejos de los 200 años de vida independiente como nación. Dentro de estas celebraciones, festejamos a la Patria, y hablar de ella es aludir al Estado; debemos hacer mención que más que nunca los representantes que administran el poder, dieron carta libre -dentro de ideas muy buenas y alguno que otro manejo reclamado- a recordatorios de aquellos próceres de la gesta de mayo de 1811, sin que por ello falten las alusiones al arte y sus artistas, y siendo así, a la música, y con ella, las referencias obligadas a nuestro genio universal, Don Agustín Pío Barrios Mangoré.
Agustín Pío Barrios Mangoré nació y creció en el Paraguay, en aquel Paraguay aún postrado por las secuelas de aquella catastrófica tragedia genocida, como la que fue, la Guerra contra la Triple Alianza, vivió en un tiempo en donde las revoluciones militares y civiles eran la constante para acceder al poder político, creció como artesano genial de la composición para guitarra a la sombra del acecho de la guerra por la disputa por el Chaco Boreal, viajo a Europa cuando en el viejo continente ya soplaban los vientos apocalípticos que traerían la barbaridad máxima de la conducta más baja humana. La adversidad era el contexto en el cual se desenvolvía, pero esta le forjó y templó, esta le determinó su destino, hacerse como el más grande compositor e intérprete para guitarra de su tiempo.
Mangoré nos legó lo mejor de su genialidad, su música; y hoy más que nunca debemos celebrarle con ella, por ello deberían de ir nuestros mejores esfuerzos para conocer desde dentro a esta, es decir admirarla desde cómo está hecha, disfrutarla desde cómo se relacionan todos sus elementos en ella, celebrarla desde un conocimiento analítico y racional que dé argumentos de razón que demuestre cuán bien la conocemos. Creo que ya es el momento de superar la primera etapa de giros anecdóticos sobre su vida, y entrar en otra, en la cual abordemos sistemáticamente su legado, pues el arte, es lo más excelso de la creación humana, y Mangoré es uno de sus más notables representantes, el se ganó el derecho de entrar –a cuesta de esfuerzos sobrehumanos- en el panteón de los seres míticos que pueblan la memoria universal de la Humanidad.
Lic. Víctor M. Oxley Ynsfrán
Excesos de hermenéutica que no aportan nada
Uno de los predilectos alumnos de Franz Liszt, Carl Tausig, sostenía que la Barcarolle de Frederic Chopin “Habla de dos personas, de una escena de amor en una góndola secreta; podríamos tomar a esta como un símbolo de todos los encuentros de amantes en general […] esta modulación al Do sostenido mayor (marcada dolce sfogato) se reconoce un beso y un abrazo; es muy evidente.” Harold Schonberg se pregunta: ¿Qué habría ocurrido si Chopin le hubiese dado otro título a su Opus 60? Y respondiéndose a si mismo afirma que “cualquiera que fuese el titulo le habría sugerido una historia “evidente” a Tausig”. Encontramos: que en la brillante interpretación hermenéutica de la obra JULIA FLORIDA de Agustín Pío Barrios Mangoré que hace el Sr. Carlos Salcedo Centurión atendiendo al manuscrito exquisito de Mangoré publicado en la pág. 171 del libro EL INALCANZABLE comenta que está construida “con ritmos lentos de 6/8 y (es en) reminiscencia de los gondolores de Venecia”. ¿Es correcto encontrar en ella un programa que referencie a los paseos en góndola de amantes, y describir los sucesos musicales como típicas escenas de amor en Venecia en ella? Este planteo exige un rotundo NO como respuesta, pues entendido esto como método de análisis musical, parte de presupuestos que falsean la verdadera esencia ontológica de la música como actividad de conocimiento humano. La calidad del (pseudo) análisis que esgrime como argumento es una afrenta para cualquiera que este ávido de conocer la mente genial de Mangoré como compositor. ¿Qué es lo que describe el Sr. Carlos Salcedo: la estructura semántica del subtítulo “barcarolla” o la estructura musical de la obra en su forma de “barcarolla”? En este ejemplo se dan serias confusiones y de distintos grados que de ser verdaderos los postulados en los que se sostiene generaría la resultante absurda en extremo de que todas las obras (de cualquier compositor y de cualquier época histórica) que se cuadren a la forma de “barcarolla” sean “reminiscencia de los gondolores de Venecia” como lo interpreta el Sr. Salcedo. El enfático y casi autista acento de privilegiar aspectos del anecdotario de la vida en la investigación sobre Barrios Mangoré, como lo hace el Sr. Salcedo (también el Sr. Richard Stover cuando por ejemplo en su canonizado libro sobre Mangoré “Seis rayos de Plata”, en vez de analizar y explayarse sobre la primera Parte de la Catedral, el Preludio en Si menor, hace referencias a su subtítulo “Suadade” y confunde con ello ciertas estructuras semánticas con las estructuras propiamente musicales), su excusa perfecta para eludir cuestiones de contenido y forma musical, por ello es su maniaca dedicación a aspectos exteriores y contingencias diversas sobre la vida de Mangoré que no aportan nada constructivo al tema, y como corolario no se encontraran por ninguna página de la obra editada por El Cabildo, alusiones musicológicas sobre el contenido “estructural” o “formal” de las obras geniales de Barrios-Mangoré, púes el exegeta Carlos Salcedo Centurión adolece de preparación musical para hacerlo, y con la falta de este requisito fundamental es dudoso que pueda apresar la compleja y rica labor de Mangoré en su profunda dimensión genial, siendo esto así, tituló muy bien su libro-catálogo con el rótulo de EL INALCANZABLE, pues es eso lo que significa verdaderamente para él.
Por el Lic. Víctor M. Oxley Ynsfrán
Miembro del Movimiento Cultural
"Agustín Pío Barrios F."
martes, 3 de mayo de 2011
MANGORÉ INTERPRETA A MANGORÉ
Por Víctor M. Oxley
En el contexto de celebración de los doscientos años de nuestra querida República del Paraguay, y a 126 años del nacimiento de este genial paraguayo llamado Agustín Pío Barrios Mangoré, un 5 de mayo de 1885, que mejor manera de recordarlo que con su legado: su MÚSICA. Este ensayo de analítica musical es un adelanto de mis estudios –que ya llevan una década de desarrollos- sobre su obra que serán publicados oportunamente como mi segundo libro sobre nuestro paraguayo universal.
VIVA MANGORÉ! VIVA EL PARAGUAY!!!
lunes, 18 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
SOBRE LA MEMORIA CULTURAL DE MANGORÉ
SOBRE LA MEMORIA CULTURAL DE MANGORÉ – PARTE I (Ver en este blog en el apartado Artículos del autor sobre Agustín Pío Barrios Mangoré el link de la publicación del Diario ABC)
Lic. Víctor M. Oxley / victoroxley@gmail.com
Sabemos que nuestro compatriota Agustín Pío Barrios Mangoré fallece en San Salvador–El Salvador un 7 de agosto de 1944, pero la prensa nacional ya en lo que transcurre de la vida misma de Barrios Mangoré era altamente consciente de lo que constituía su labor en cuanto el instrumento. Por ello es que los periódicos El Cívico (1903), Los Sucesos (1906), El Diario (1908, 1918, 1922, 1923), La Acción (1909), La Evolución (1909), La Patria (1906, 1918, 1922, 1923, 1924 y 1925), El Tiempo (1912), La Tribuna (1920, 1944), El Liberal (1918, 1922, 1923), El Orden (1923, 1924), El País (1944, 1953), La Unión (1953) entre otros le dedicaron sendos destaques.
El poeta y músico consagrado, villarriqueño de origen, Gumersindo Ayala Aquino apenas desaparecía terrenalmente Barrios Mangoré y antes de radicarse allá por 1949 en México, hace un relevamiento de las cosas pertenecientes a nuestro compatriota puestas a su disposición por centro América, pues se imponía el deber de compilar las pertenencias del ilustre conciudadano para exhibirlas a la memoria colectiva de su pueblo y de la humanidad. Es así que se hace en sus alforjas con postales, cartas, manuscritos de partituras y hasta discos. A la par de aquellos años aún no nació el investigador norteamericano Charles Robert Salcedo, quien 51 años después, en el año 2000, dice que leyó la Revista “América” y se enteró de la existencia de Mangoré; él empuña la causa de que nosotros los paraguayos no sabemos nada sobre Mangoré. Hay que refutar con fuerza la propaganda hecha por este norteamericano quien afirma que antes que él DESCUBRIESE A MANGORÉ y nos diera su versión sobre la vida de nuestro conciudadano, estábamos nosotros los paraguayos en la desidia con respecto a la memoria de tan ilustre, talentoso y singular paraguayo. Además según cuenta el mismo Charles Robert Salcedo: “me leí en la revista América de octubre del 2000 un artículo intitulado El trovador de las cuerdas mágicas, de Kaleb Bach, en que se hacía una rica síntesis sobre Mangoré […] Realicé entrevistas, hablé con mucha gente, tuve acceso a documentos y AL FINAL DE ESE VIAJE LLEGUÉ A LA CONCLUSIÓN DE QUE AGUSTÍN BARRIOS MANGORÉ ERA EL MÁS UNIVERSAL DE LOS PARAGUAYOS”. No nos puede tomar el pelo de esa manera!!!
El gran médico y musicólogo paraguayo Juan Max Boettner, en su ejemplar obra “Música y Músicos del Paraguay”, aparecida en 1950, dedicaba páginas en letras mayúsculas al sin igual maestro de las seis cuerdas que fuera Barrios Mangoré.
El talentoso heredero espiritual de Mangoré, el también paraguayo Cayo Sila Godoy, en el año de 1953 por encargo del gobierno paraguayo en el nombre de su presidente Federico Chávez, inicia un viaje para recopilar la obra de Agustín Pío Barrios Mangoré, diseminada y dispersa en varios países americanos llegando en esta misión hasta San Salvador-Centroamérica; recopilando (conservando) su legado, Sila Godoy se convirtió así en el primer defensor e impulsor crítico-racional del valor de la obra de Barrios, ello ya desde aquellos primeros instantes en que se va incubando la aureola de palma y olivo sobre la cabeza de Barrios Mangoré en su trayectoria hacia el reconocimiento mundial.
Comprendiendo que hay que alimentar el imaginario colectivo, Carlos Bordas en una columna periodística del diario Patria en la capital del país Asunción, en lo que va de los meses entre diciembre de 1955 y marzo del 56 escribe en 45 extractos “Estampas de la vida de Agustín Barrios”.
En este mismo año de 1956, y también en Asunción, el talentoso intelectual filósofo, músico y abogado Jorge Báez publica su ensayo sobre Agustín Barrios “El mago de la guitarra” en su obra “La Torre del silencio y otros ensayos”.
Llegando al año de 1961, y puesta en circulación la magnánima obra “Historia de la Cultura Paraguaya” del ilustrado Carlos Centurión, encontramos en sus páginas valoraciones justas y a conciencia del genio mangoriano.
A inicios de 1970 empiezan los recordatorios y tributos sistemáticos a la memoria y las obras de Agustín Barrios, en este ambiente y en ese año siendo el 6 de agosto el Dr. Jorge Báez da al público una conferencia titulada “Vida y obra de Agustín Barrios”, como parte de este acto el maestro Cayo Sila Godoy interpretó varias obras del genio paraguayo.
Al año siguiente (1971) en recordatorio del 7 de agosto, nuevamente Jorge Báez diserta sobre “Vida y obra de Agustín Barrios” y en segunda parte del acto se sucede un concierto con las obras de Mangoré: Canto a la hilandera, Caazapá, Gavota, Vals Opus 8 Número 4, Ha che valle, Danza paraguaya, Gran Trémolo y Madrigal; participan los intérpretes: Carlos Alberto Vázquez, Felipe Sosa, Wallace Keiderling y Aniceto Vera. Ese mismo año de 1971 se instituye un programa por Radio Nacional del Paraguay bajo el rótulo “La Voz Sanjuanina”, esta se completa en un ciclo de 20 audiciones a lo largo de los años 1971, 1972, 1973 y 1974. Con asesoramiento de Nicolás Riveros en los guiones bajo auspicios del “Centro Social y Cultural Sanjuaninos misioneros de residentes en la capital”, constituyéndose su incombustible colaborador el maestro Cayo Sila Godoy. Un programa típico de estas audiciones se ejemplariza con la inclusión de la música del genio universal de la guitarra Barrios Mangoré, lecturas de su biografía, composiciones etc.
Ya para 1982 nace la Revista “Mangoré” editada bajo la dirección de publicación de don José Llano y teniendo como colaboradores entre otros a Edwin Britez, Luis Verón, Cayo Sila Godoy y Néstor Romero Valdovinos. En el año de 1985, en el centenario del nacimiento del ilustre hijo del Paraguay Agustín Barrios en lo que va del 29 de abril al 5 de mayo se preparan diversos actos. Entre estos un concurso de guitarra para menores de treinta años realizado entre las ciudades de Asunción y San Juan Bautista de las Misiones como apertura del recordatorio, siendo el jurado compuesto por el musicólogo padre Clemente McNaspy, Luis Szarán, Bacón Duarte Prado, Numa Mallorquín y Jorge Báez.
El 2 de mayo de 1985 se presenta al público dentro del marco recordatorio la gran obra de Bacón Duarte Prado “Un Genio Insular”. En San Juan Bautista, cuna de Mangoré se erige un monumento, obra escultórica de Francisco Báez Rolón, y en su inauguración se suceden los números artísticos de Alberto de Luque, Luis González e Iván Cafgal, Felipe Sosa y Violeta de Mestral … Y solo para ser breves, en la enumeración y citación de todo cuanto se hizo en recordación y memoria de nuestro ilustre conciudadano hasta hoy día –pues hay muchísimo más- hacemos un corte a la cronología.
Como muy bien se traslucen en estos hechos, Agustín Pío Barrios vive en el imaginario colectivo paraguayo desde los inicios mismos de su encumbramiento, pues estos hechos (los reconocimientos) mismos hacen a esa construcción socio-cultural; así que las afirmaciones según propias palabras del Sr. Carlos Salcedo y como nosotros las entendemos vemos que este pseudo investigador llegó muy tarde a la conclusión de que MANGORÉ ES GRANDE ENTRE LOS GRANDES!!! Pues nosotros los paraguayos desde que Barrios Mangoré triunfara en escenarios locales, rioplatenses, latinoamericanos y europeos somos conscientes de ello y jamás dudamos en reconocerlo en esa cúspide cultural, no hace falta que el referido venga a enseñarnos cosa tan trivial.
SOBRE LA MEMORIA CULTURAL DE MANGORÉ – PARTE II
Hacer una enumeración sistemática de los errores en el libro EL INALCANZABLE editado por el Congreso de la Nación conjuntamente con El Cabildo y que tiene como autor al Sr. Carlos Salcedo Centurión no es nuestra tarea, los investigadores honestos y con sólidos fundamentos en las metodologías históricas y musicológicas seguramente lo harán, pero no por ello queremos dejar de subrayar ciertos hechos muy groseros.
En este sentido comentamos que en la página 79 se publica una fotografía con miembros del plantel docente del Colegio Internacional y del Instituto paraguayo posando con Agustín Barrios. Entre los posantes esta Héctor Leocadio Barrios Ferreira (es esta toma la única que se conoce de él), hermano de Agustín. Se lo puede identificar también al colega en el arte de Barrios, Dionisio Basualdo entre las distinguidas personas. Más el que destaca su figura en la toma es el eminente intelectual español Viriato Díaz Pérez (en círculo rojo en la foto de los archivos del Cabildo) posando a la mano izquierda de Agustín.
Esta fotografía fue publicada acompañando uno de los 45 artículos de Carlos Bordas para el diario Patria el 18 de febrero de 1956, en el número 21 de la serie que le dedico a su genial compatriota. El original de esta fotografía se conserva en los archivos de El Cabildo. Ahora ¿Que es lo que hace que llamemos la atención sobre esta fotografía? ¿Qué tiene de excepcional?
En la fotografía publicada en el libro-catálogo EL INALCANZABLE, de la autoría del Sr. Salcedo encontramos uno de los peores casos de manipulación de imágenes en esta historia de Barrios Mangoré. En el original se puede observar que las dos personas del costado derecho de la foto (en círculos azul y amarillo en la foto original del Cabildo) aunque tenues figuras en la toma, aún conservan todos los rasgos que distinguen sus fisonomías.
Pero en la fotografía publicada en la pág. 79 salta la sorpresa de que esas dos figuras aparecen transfiguradas en una nueva pose. En síntesis se manipuló la imagen del ilustre Viriato Díaz Pérez para clonarla en reemplazo de la figura de hombre de la extrema derecha (que puede observarse con raya a la derecha de su cabeza en el peinado).
Se pueden identificar perfectamente los rasgos que aunque manipulados pertenecen al insigne intelectual (frente ancha, el estilo del peinado, los anteojos, las orejas, los mentones, aunque se le quitaron los bigotes) aunque transfigurados en otra silueta y con la raya del peinado en el medio, propia de Don Viriato Díaz Pérez en contradicción a la raya del lado derecho de la persona que figura en la original fotografía como habíamos visto.
Pareciera que el gran iniciado teósofo haya alcanzado las más altas cúspides de la elevación espiritual que hasta es capaz de desdoblar su humanidad física y encontrarse en dos lugares a la misma vez desafiando todas las leyes de la física. En cuanto a la distinguida dama sentada en el extremo derecho de la foto (en círculo azul en ambas fotografías), luce en la trucada fotografía 2 mas avejentada y con expresión un poco tosca, en detrimento de la figura de una joven dama de expresión fresca e ingenua de la fotografía 1 original, se puede ver que el nuevo rostro montado corresponde a las señoras que se encuentran primero en el extremo izquierdo y a la que se la encuentra en el tercer lugar en la misma línea de las sentadas con gafas. De la primera extrajeron su fisonomía facial en general y le agregaron las gafas que lleva la tercera convirtiendo en un chamburreado morphing el original fotográfico (fotografía 1). Cuando uno se declara preservador del patrimonio histórico de una nación, en este caso la paraguaya, como lo hace en sus discursos el Sr. Salcedo en cuantas oportunidades le dan la prensa o la televisión, y desde esta postura señalarnos nuestra desidia en la poca conciencia de la preservación de la memoria colectiva que tenemos, es cuando le reprochamos con todas las fuerzas la acusación de manipulación y tergiversación en mayúsculas de nuestro acervo cultural, en este caso una simple fotografía pues en otros hechos es más osado y lleva a cabo atentados de la categoría de terrorista cultural, de esta manera le respondemos con mayor energías con las que nos insulta declarándonos ignorantes, humillándonos en todos sus escritos. ES UN VERGÜENZA SEMEJANTE ACCIÓN DE ATROPELLO AL ACERVO VISUAL DE LA NACIÓN!
Por otro lado el Sr. Lorenzo Juan Carlos Joy, esposo de Zunilda Salomoni, hija menor de Don Tomás Salomoni, en su artículo intitulado EN TORNO A EL INALCANZABLE publicado en el diario Última Hora en fecha de 23 de enero de 2010 comenta: “el Álbum nos cuenta, en la página 100, que el embajador paraguayo en México, don Tomás Salomoni, "era de religión judía"; y posteriormente, en la página 103, se refiere a "la familia judía que lo acompañaba". Ambas afirmaciones son falsas de toda falsedad.
Don Tomás A. Salomoni era de ascendencia italiana, hijo de padres católicos, y su esposa, doña Luisa Lebrón, era andaluza y católica de origen, aunque posteriormente abrazó la Teosofía de la Doctrina Secreta de Madame Blavasky, basada en antiguas creencias religiosas hindúes. Tildar a don Tomás Salomoni y familia de judíos no implica ninguna afrenta, pero sí una falsa aseveración, […] de allí a mencionar "que era de religión judía o familia judía", como taxativamente lo especifica el señor Carlos Salcedo Centurión, es una información sin fundamento.”
En la fabulación que insufla la ensoñación del Sr. Carlos Salcedo leemos que “durante el tiempo que pasó en Berlín se abocó a otra misión, que consistía en ayudar a que los judíos perseguidos encuentren refugios seguros fuera de Alemania. Este ángulo paraguayo de la Lista de Schindler del clan Barrios-Salomoni aún requiere cierta exploración y una investigación mucho más profunda, en caso de que las especulaciones fuesen ciertas”.
Y como es habitual en el proceder del falsario Sr. Salcedo, el va a ser el investigador que va a certificar la historia con fondos del Estado paraguayo, no importa que de entrada la especulación naciese de un cerebro descontrolado. Recordemos que en ciencia se conjetura pero de una forma en que la imaginación hace sus vuelos en forma controlada, sobre datos y hechos reales, y no sobre ficciones esquizofrénicas.
También acota el Sr. Joy: “confirmo que en 1934 el embajador Salomoni le obsequió la guitarra Morant de concierto, fabricada por José María Dura Argente, de Valencia, España. Es incorrecto lo expresado en el Álbum, de que dicha guitarra "pudo haber sido obsequiada por la reina María Eugenia, de España". Basta cotejar fechas para comprobar el aserto. Al recibir la guitarra Morant, en retribución Mangoré obsequió a la embajadora Luisa su guitarra Sanfeliú, que se mantuvo en poder de la familia hasta su fallecimiento. Posteriormente, uno de los hijos, el ingeniero Tomás R. Salomoni la donó para destinarla al Museo de Mangoré, en la persona de Serafín Francia Campos, en ese entonces Director de Difusión Cultural de Educación”.
Como puede verse, el Sr. Salcedo es muy dado a la especulación desmedida, lejos de la cordura cauta, la historia esa que fue “la reina María Eugenia de España” la que le regalo la guitarra ya no debe ser contada, hay que expurgarla y no causar más confusión.
SOBRE LA MEMORIA CULTURAL DE MANGORÉ – PARTE III
El Sr. Lorenzo Juan Carlos Joy afirmaba en su artículo intitulado EN TORNO A EL INALCANZABLE publicado en el diario Última Hora en fecha de 23 de enero de 2010 que “es de lamentar la falta de información de que adolece el Álbum sobre la vida de Agustín y Gloria Barrios, durante el período transcurrido a lo largo de su estadía en México, La Habana, Bruselas, Berlín y las travesías en barco, acompañando al embajador Salomoni y familia, tan rico en anécdotas y vivencias que revelaban el temperamento fluctuante de Barrios.”
En este sentido son muy fuertes las palabras del Sr. Salcedo para CUBANOW.NET cuando dice que “Está su vida artística en Río de Janeiro, SU CASAMIENTO CON UNA MULATA BRASILEÑA QUE CONOCIÓ EN UNA CASA DE MALA NOTA, LA TRANSFORMACIÓN DE SU ESPECTÁCULO EN INDÍGENA CON TAPARRABOS, guitarra y el nombre de cacique Mangoré”; como puede notarse a diestra y siniestra se suceden las afirmaciones sin aseveraciones documentales, pues lo de que Mangoré se casa con una prostituta es un invento suyo; y eso de que Mangoré usaba taparrabos, aunque fuese una analogía o una metáfora viene totalmente de contramano, pues es proferencia lingüística de aquellos con pobre vocabulario para expresión.
Siguiendo la revista a las páginas de EL INALCANZABLE obra cumbre del Sr. Carlos Salcedo podemos acotar que en fecha de viernes 17 de Octubre de 2008, en el diario Última Hora se puede leer: “El estadounidense Carlos Salcedo, coautor -junto al Centro Cultural El Cabildo- del libro EL INALCANZABLE Agustín Barrios Mangoré, se refirió a la polémica desatada esta semana en San Juan Bautista de las Misiones. Allí los pobladores impidieron la presentación del material y repudiaron a la directora de El Cabildo, Margarita Morselli, por las supuestas inexactitudes que presenta el texto. El principal motivo de la queja es que la obra no dice que Barrios nació en San Juan Bautista de las Misiones.” (sobre este tema ver la pág. 124-125 de EL INALCANZABLE de Carlos Salcedo Centurión).
En una de sus cartas fechada en Buenos Aires, 23 de julio de 1928 y dirigida al Sr. Norberto Cardozo (San Juan Bta. Misiones), Agustín Barrios se expresa en los siguientes términos: “Mi inolvidable amigo y compueblano; en líneas siguientes declara que “largos años hace, Norberto que me aleje de San Juan Bautista, de aquel humilde y poético pueblito, escenario en que transcurrieron los bellos y jamás olvidados días de nuestra infancia; cuando iba a sospechar en aquel entonces, en que juntos nos sentábamos en un banco de la misma escuela que el destino de este tu amigo sería abandonar la patria para correr mundo! Cuan grato sería para mí volver a visitar aquellos lugares cuyo amado recuerdo es incapaz de borrar el tiempo […]”.
Es reprochable que en la explicación dada por Carlos Salcedo a la hermosa copia a full color de esta carta que se encuentra en el libro EL INALCANZABLE, en la pág. 129, se obviara este “revelador” detalle de que Barrios Mangoré de puño y letra esta afirmando de que es originario de San Juan Bautista; pues para el autor, el Sr. Carlos Salcedo, según escribe, la carta es de razón importante y de mucho interés. Pero la importancia de la que habla se dilucida en que sólo “representa una especie de despedida catártica de su país natal y personas allegadas” como lo sostiene en su libro EL INALCANZABLE en la pág. 129 como ya se dijo. Nos preguntamos ¿entiende el castellano o es de otro planeta? No se puede uno desentender de tan importante documento y mucho más cuando es central y esclarecedor en tamaño pseudo problema creado por él mismo en busca de sensacionalismo sobre el origen de Agustín Barrios.
Por otro lado teniendo como punto de partida de que uno de los predilectos alumnos de Franz Liszt, Carl Tausig, sostenía que la Barcarolle de Frederic Chopin “Habla de dos personas, de una escena de amor en una góndola secreta; podríamos tomar a esta como un símbolo de todos los encuentros de amantes en general […] esta modulación al Do sostenido mayor (marcada dolce sfogato) se reconoce un beso y un abrazo; es muy evidente.” Harold Schonberg se pregunta: ¿Qué habría ocurrido si Chopin le hubiese dado otro título a su Opus 60? Y respondiéndose a si mismo afirma que “cualquiera que fuese el titulo le habría sugerido una historia “evidente” a Tausig”.
Encontramos: que en la brillante interpretación hermenéutica de la obra JULIA FLORIDA de Agustín Pío Barrios Mangoré que hace el Sr. Salcedo atendiendo al manuscrito exquisito de Mangoré publicado en la pág. 171 del libro EL INALCANZABLE comenta que está construida “con ritmos lentos de 6/8 y (es en) reminiscencia de los gondolores de Venecia”. ¿Es correcto encontrar en ella un programa que referencie a los paseos en góndola de amantes, y describir los sucesos musicales como típicas escenas de amor en Venecia en ella?
Este planteo exige un rotundo NO como respuesta. La calidad del (pseudo) análisis que esgrime como argumento es una afrenta para cualquiera que este ávido de conocer la mente genial de Mangoré como compositor. ¿Qué es lo que describe el Sr. Carlos Salcedo: la estructura semántica del subtítulo “barcarolla” o la estructura musical de la obra en su forma de “barcarolla”?
En este ejemplo se dan serias confusiones y de distintos grados que de ser verdaderos los postulados en los que se sostiene generaría la resultante absurda en extremo de que todas las obras (de cualquier compositor y de cualquier época histórica) que se cuadren a la forma de “barcarolla” sean “reminiscencia de los gondolores de Venecia” como lo interpreta el Sr. Salcedo.
El enfático y casi autista acento de privilegiar aspectos del anecdotario de la vida en la investigación sobre Barrios Mangoré, como lo hace el Sr. Salcedo, es su excusa perfecta para eludir cuestiones de contenido y forma musical, por ello es su maniaca dedicación a aspectos exteriores y contingencias diversas sobre la vida de Mangoré que no aportan nada constructivo al tema, y como corolario no se encontraran por ninguna página de la obra editada por El Cabildo, alusiones musicológicas sobre el contenido “estructural” o “formal” de las obras geniales de Barrios-Mangoré, púes el exegeta Carlos Salcedo Centurión adolece de preparación musical para hacerlo, y con la falta de este requisito fundamental es dudoso que pueda apresar la compleja y rica labor de Mangoré en su profunda dimensión genial, siendo esto así, tituló muy bien su libro-catálogo con el rótulo de EL INALCANZABLE, pues es eso lo que significa verdaderamente para él.
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